Guerra continuada contra Venezuela

Omar Barrientos Vargas

Una guerra continuada mantiene el imperio gringo-europeo-sionista contra Venezuela. Desde 1998, antes de las elecciones ganadas por Hugo Chávez, se desarrolló el asedio contra nuestro país. Por todos los medios enfrentaron la candidatura revolucionaria; separaron las elecciones presidenciales de las parlamentarias, haciéndolas primero, luego quitaron los candidatos propios y se unieron AD y Copei con Salas Romel (Frijolito) para tratar de ganarle a Chávez, sin contar con sus intenciones de producir un golpe de Estado antes de los comicios, a inicios del año 98.

Ya con Chávez en Miraflores, se opusieron a todas sus propuestas y realizaciones. En el 2002 dieron un golpe de Estado que llevó a   Carmona Estanga al poder durante 47 horas. En este lapso persiguieron y encarcelaron a dirigentes populares y revolucionarios, incluso al propio presidente Chávez. 

Mientras la burguesía y su gobierno cometían estas tropelías, tanto Estados Unidos como España reconocían al gobierno ilegítimo, y varios barcos y submarinos norteamericanos rondaban nuestras aguas caribeñas. Pero la unión cívico-militar se impuso y restableció el Gobierno Bolivariano.

Las agresiones contra el país, sus instituciones, su gobierno y dirigentes continuaron; así asesinaron al fiscal valiente Danilo Anderson, al diputado Robert Serra, al comandante Eliécer Otaiza y hasta el propio Hugo Chávez, tras inocularle una enfermedad que lo llevó a la tumba en 2013.

Creyeron tener el camino libre, sin embargo, el hijo de Chávez, Nicolás Maduro Moros, resultó electo presidente un mes después. Trataron de tumbar su gobierno y de matarlo, pero el pueblo lo reeligió nuevamente, ahora para el lapso 2025 -2031.

Durante estos años han utilizado simultáneamente diferentes métodos y tipos de guerra.

En una guerra sin restricciones, caracterizada por la prédica y el incremento de la violencia política –motines callejeros, paramilitares, bandas delincuenciales, amenazas de ataques de fuerzas militares extranjeras–, con daños y males a la economía, ataques cibernéticos y por las redes sociales para influir en las mentes de las personas, buscando modificar su pensamiento y formas de actuar.

Se divulgan mensajes a favor de un determinado sector y en contra de quienes se enfrentan. Ya poco emplean volantes, afiches, altavoces, radio o televisión, son mensajes llenos de odio, de verdades a medias o francamente mentirosos, potenciados con el empleo de los nuevos instrumentos de comunicación: computadoras, redes sociales, teléfonos celulares.

Se trata en un primerísimo lugar, con mensajes de miedo, desesperanza y de odio, para desprestigiar las acciones revolucionarias y las medidas favorables al pueblo, echándole la culpa de todo lo malo, en especial lo causado por el imperio gringo-europeo-sionista y la derecha burguesa criolla como las medidas coercitivas unilaterales mal llamadas sanciones.

Sabotean la electricidad o cualquier otro servicio público y de inmediato atribuyen por las redes sociales y los medios de comunicación, la falla al Gobierno bolivariano y socialista.

Asesinan a militantes socialistas y los colocan en una lista mundial como si fueran opositores y causados por el Gobierno.

Es interesante, sensato y muy racional reflexionar:

Si el socialismo es tan mal gobierno y crea muchos males en la población, ¿por qué los imperialistas sancionan el país y no dejan que la gente se dé cuenta por sí misma y en las elecciones escoja la opción capitalista?

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