Es revolucionario solucionar el problema de los desechos sólidos

                               Prendamos el motor de la investigación científica y resolvamos el problema.

Pedro Estacio

No suele ser revolucionario dejar que el sucio invada las calles de una ciudad ni mucho menos permitir que los líquidos residuales de la materia orgánica constituida por los remanentes de los residuos orgánicos, valga decir los lixiviados y no filtrados, que nacen donde es depositada la basura, contaminen y dañen los suelos.

No escribo sobre las cuadras que los ciudadanos deben recorrer para depositar sus desperdicios (desechos sólidos) en un contenedor, asunto que sucede en muchos sectores de las parroquias, que han perdido desde hace décadas el servicio de recolección de lo que conocemos como basura.

Como una revolución implica transformar todo lo que debe ser transformado y más en un país como Venezuela, nación que ha sido ilegal, inmoral y vilmente agredida por no aceptar, permitir, que violen su soberanía, ni ser colonia de otros, entrarle con herramientas científicas y tecnológicas al problema de los desechos es como un gran reto que tienen por delante los bolivarianos.

La idea fundamental en todo esto, es sacarle partido con nuestros profesionales, investigadores y tecnólogos a los desechos que nosotros mismos generamos y los cuales aumentarán debido al crecimiento económico que va naciendo.

Si estamos produciendo más en nuestros campos con siembras como  los diversos productos agrícolas y pecuarios, alimentos que consumimos, con la crianza de ganado, cabras, ovejas, conejos, pollos, gallinas y hasta búfalos, no debe ser muy complicado que los venezolanos le entren al reciclaje y a la elaboración de otros productos a partir de los desechos sólidos.

Un país con una organización petroquímica y laboratorios de investigación, con un alto porcentaje, en las universidades que posee, reitero, no debe ser complicada la investigación y elaboración de productos, técnicas y equipos que faciliten la tarea de combatir ese flagelo que daña tanto a las naciones, a sus tierras, aguas y especies animales.

Si trabajáramos en ese sentido, lo más seguro es que tendríamos resultados que beneficiarían al país. Basta saber que, la construcción de viviendas en Venezuela, por ejemplo, dio paso al aprendizaje, a la formación de los ciudadanos y ciudadanas para la autoconstrucción y hasta la creación de partes fundamentales para las viviendas.

Los tiempos van cambiando y eso es algo que registra la historia. Ningún año es igual a otro y lo que no se hacía en el pasado hoy es común hacerlo.

Simón Rodríguez o Samuel Robinson, como prefieran llamar al orientador principal del Libertador Simón Bolívar, escribió en Sociedades Americanas en 1828, que “La curiosidad es una fuerza mental que se opone a la ignorancia. La curiosidad es el motor del  saber, y cada conocimiento un móvil para llevar a otro conocimiento”. (1)

Pues, como es apreciable, lo que hay que hacer es meterle curiosidad al asunto de los desechos y prender ese motor de la investigación científica y tecnológica y producir esos resultados no conocidos por nosotros en este momento, pero que pueden darle solución a un problema que sucede todos los días y en todo el país podría tener una solución que beneficie.

  • RUMAZO GONZÁLEZ Alfonso

        IDEARIO de Simón Rodríguez

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Es revolucionario solucionar el problema de los desechos sólidos puedes visitar la categoría Noticias.

Te puede interesar:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir