
Profundizar para conocer el valor

Pedro Estacio
Luego de 25 años de la Revolución Bolivariana pensada, creada, peleada y muy promovida por el Comandante Hugo R. Chávez Frías, me atrevería a decir, con sinceridad, que no todos los pensadores de esta nación han logrado ver la profundidad del proceso revolucionario. Es más, hasta lo ven normalmente sin calibrar su importancia evolutiva.
Uno de los hechos mas normales y notorios del ser humano es ver la repetición del día, la noche, las horas de dormir, de levantarse, de comer, la lluvia, el fuerte sol, enamorarse, el cine, el dinero, etc., etc., etc.
Todo es visto tan normal, que muy pocos le conceden la importancia que tienen realmente las cosas. Esto sucede igual con el proceso de la Revolución Bolivariana y es menos visible cuando subyace el planteamiento de que todo debe ser cambiado. Las cosas cambian y mejoran, aunque luego se vuelve todo muy habitual.
Para algunos es insignificante que los adultos, y más si son pobres, aprendan a leer y retomen su educación, su formación. Algunos jamás se darán cuenta del impacto que ello crea. Tan así, que ya casi ni se habla de gente iletrada. Todo el mundo sabe leer en este país. Eso tiene un impacto que no se nota a simple vista.
Y si a eso le sumamos la cantidad de espacios educativos abiertos, universidades y colegios e institutos, estaremos sumando transformaciones, pero todo eso lo vemos como simples inauguraciones de lugares para aprender y nada mas.
Si pasamos por un hospital y vemos una cola de gente que busca la manera de tener una asistencia médica, una operación o una emergencia a donde llegan los motorizados víctimas de accidentes, para unos también será algo normal y si aumentamos la suma de asistencias médicas a nivel nacional, pues será vista como que la revolución no se preocupa por la salud de los ciudadanos.
Hay infinidad de cosas que antes no se hacían y ahora son muy puntuales como son todas aquellas destinadas a satisfacer necesidades de la ciudadanía, como el pasaje exonerado en el Metro y Metrobús, las becas estudiantiles en la nación y al exterior, la producción de alimentos y aunque se produzcan errores, porque de hecho los hay, como la desatada corrupción, la locura esa, desde el punto de vista buhoneril, que hayan en una cuadra como 10 vendedores vendiendo cambures, es decir, lo mismo y el transporte no sea lo mejor que tenemos, tampoco la viveza de los comerciantes y de mucha gente que siempre anda martillando a los demás.
Pese a esos errores, sin contar con quienes no tienen conciencia de lo que ocurre en la sociedad sino que buscan ferozmente como meterse un billete en los bolsillos, la revolución bolivariana viene dando sus pasos.
Un asunto destacable, por ejemplo, es lo que se hace en materia de ciencia y tecnología porque allí unos venezolanos profundizan en su quehacer para sustituir la mayor parte de lo que viene del exterior y esto es realmente lo apropiado para un país que busca esa soñada independencia, esa soberanía total, esa gran fuerza para decirle a los demás que mientras lo pueda hacer lo hará y sin depender de quienes creen tener agarrado al toro por los cachos.
Lo cierto de todo, es que Venezuela no es la de antes. Es una nación que, bajo el amparo de la revolución bolivariana y con esa premisa de sus libertadores, está abierta a enfrentar todos los desafíos que se pongan por delante, independientemente de lo que puedan pensar las personas en otras naciones y con gobiernos que no conducen bien a sus gobernados. Definitivamente somos muy diferentes a otros. Somos un verdadero y digno Clan de blancos, negros y nativos.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Profundizar para conocer el valor puedes visitar la categoría Noticias.
Deja una respuesta
Te puede interesar: