NO ES DECENTE VIVIR EN LAS CALLES

Pedro Estacio

¿Cómo puede ser entendido en la callle ese pregonado modo de vida estadounidense que llaman el America way of life, en un país con cerca de 50 millones de pobres, personas que mal viven en las calles, un exacerbado consumo de drogas, y una violencia que atemoriza a sus ciudadanos?

Tampoco me es comprensible entender el sentido de una nación que presuntamente es vendida como democracia y unos uniformados apalean y patean en las mismas calles a seres que solo tienen en su vida una diferencia que oscurece el color de su piel, en clara violación de los derechos humanos.

Fernando Bossi registró en su libro Estados Unidos vs Derechos Humanos lo dicho por Martin Luther King: “Hemos aprendido a volar como pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”.

Esa especie de sentencia, porque de hecho lo es, de Martin Luther King la vemos a diario no solo en las noticias emanadas en tierra estadounidense sino, además, en una de sus principales industrias como es el cine.

Alguien deberá tener por allí registradas las estadísticas de la filmografía violenta que se ha estado realizando desde que el cine comenzó a producir dinero y donde no es posible descartar las cintas cómicas ni los dibujos animados, porque ellos concentran la violencia inicial que llega a los niños.

Hay asuntos que no pueden dejar de ser mencionados y que para la época de edición del libro de Fernando Bossi, año 2004, es referido el

hecho de que ”Según El Tiempo Latino, un diario estadounidense recientemente comprado por el Washingtong Post, las condiciones de pobreza son aún mas graves para los niños y ancianos del país y para las minorías, ya que mientras que el 21,4 por ciento de los hispanos viven en la pobreza, el porcentaje de pobres anglosajones es de 7,8 por ciento”.

Pero hay mas para Bossi quien dice que “El extremo individualismo, la sacralización del dinero, el mensaje narcotizante de los medios de comunicación masiva al servicio del capital, la constante prédica belicista, el consumismo exacerbado y la política del mas fuerte ha impactado a la sociedad norteamericana de tal manera, que la ha convertido en víctima también del flagelo imperialista”

Ello aparentemente ocurría hace 21 años atrás. Hoy, a propósito de la situación crítica económica de Estados Unidos, de la población que migra a ese suelo y de la realidad política candente y dramática, como la agresión a Palestina, el desbalance que tenemos de la humanidad debe ser terrible y mucho mas cuando el cambio climático deja sentir sus efectos sobre un golpeado planeta como el nuestro.

El balance de este nuevo mundo todavía, debe ser muy preciso y contundente por parte de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, CELAC, que hoy deja su presidenta Xiomara Castro, magistrada de Honduras en las manos de Gustavo Petro, presidente de Colombia.

La realidad que vemos es una sola: Una Latinoamérica impactada y manipulada por un capitalismo depredador, que busca concretar el sueño de Simón Bolívar de la integración de los pueblos, del todavía nuevo mundo que hoy se erige como tierra de paz.

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