La crueldad de Trump y Bukele

Alcides Castillo

"No verán más nunca la luz del día”, dijo, frotándose las manos de alegría, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. La expresión es dirigida a los aproximadamente 300 migrantes venezolanos que hoy se encuentran secuestrados en una cárcel de máxima seguridad en el país centroamericano.

Son palabras que encierran la crueldad y el odio de subhombres poseídos por la ambición y el dinero manchado de dolor de los familiares de los condenados sin el debido proceso.

Y es que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los llevó a prisión sin juicio previo y sin importar que todos son inocentes. Vulneró el Estado de Derecho, los derechos humanos y el debido proceso aplicando una obsoleta ley de 1798 en una nación que dice ser la más democrática del mundo y que pretende dar lecciones de DDHH. Y decidió, que un charlatán, un lacayo de baja monta, como es el subordinado mandatario salvadoreño, Bukele, obedece órdenes para enterrar vivos a seres humanos. A ambos "personajes" los alimenta el odio y la ambición pero los pueblos del mundo los repudian.

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