¿Somos capaces de inventar nuestras propias redes?

Pedro Estacio

Yo sé que tenemos como unas 90 universidades, aunque desconozco la cantidad de escuelas de Informática, Sistemas, Computación, Electrónica y Electricidad que podamos tener, así como el número de estudiantes que buscan hacerse profesionales en esas áreas y tampoco tengo idea de los postgrados en esas escuelas y ni por referencia conozco quiénes hacen investigación.

La referencia en el párrafo anterior es porque en mi sencilla mente de periodista no logró atinar las razones de por qué somos sujetos de esas redes y ni siquiera hemos podido inventar –ni siquiera errando–, crear o al menos copiar algo que se les parezca a ellas, las cuales tienen acogotada a la humanidad y han convertido a millones de personas en simples marmotas, que viven como hipnotizadas, atrapadas y de paso, seguidoras de la variada basura que circula en ellas.

Esto es algo que debemos tomar, filosóficamente hablando, no como agua cada mañana, sino como preocupación real del impacto que las redes tienen en los mismos funcionarios y líderes del mundo, ya que los primeros promotores son ellos, así como los empresarios, artistas, deportistas y cuanta gente se crea capaz de ser creador sin llegar a serlo.

Hago lo que puedo. Me salí de Facebook, de Linkedin, perdí más de 30 mil mensajes que escribí en eso que llamaban Twitter y ahora, para completar la intoxicación, de la que no he podido salir porque soy periodista y siempre siento deseos de escribir en mi blog y de hecho lo hago, me encuentro con lo nuevo de Mark Zuckerberg y esa familiaridad con la Agencia Central de Inteligencia, pese a que ya uno lo sabía por lo obvio. Lean lo que dijo el chico de Meta:

“Las agencias de inteligencia estadounidenses pueden acceder a la correspondencia de los usuarios de WhatsApp mientras que la propia Meta no dispone de esa capacidad, afirmó esta semana Mark Zuckerberg, director ejecutivo de la empresa. De acuerdo con el empresario, si alguien intenta infiltrarse en Meta y acceder a la correspondencia, no lo conseguirá, “porque está cifrada y allí no hay nada”.

“Alguien como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) o la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tendría que hackear tu teléfono, lo que probablemente se podría hacer”, añadió Zuckerberg durante su conversación con el presentador Joe Rogan.

Digo que ese no es el problema. El problema es que los latinoamericanos no hacemos nada, incluidos los venezolanos. Deberíamos sumar el número de universidades y centros de investigación latinoamericanos y preguntarnos por qué no hacen nada frente a ese dominio tan terrible.

Siempre apelaré al maestro del libertador, a Simón Rodríguez, quien en Sociedades Americanas, en 1828, escribe algo que nos hiciera pensar un poco:

“Los niños de hoy serán mañana los subalternos y los oficiales, en los ejércitos y en las oficinas, los regidores, los diputados, los jueces, los ministros, los plenipotenciarios, los generales y los presidentes; y si entran a ocupar los puestos creyendo que la razón es purismo, y que cada uno es dueño de su opinión, adiós República, y si ya no existe, adiós reino, porque estos son los que disponen y ayudan a disponer del país como de cosa propia”.

Fortalece su punto de vista al decir que los jóvenes deben ser instruidos, pero primero en lo necesario y ello nos lleva directamente a pensar en que deben ser preparados nuestros jóvenes. Qué es lo primero o lo más importante, pues humildemente debo señalar que un asunto tan vital, hoy en todas las sociedades, es lo que llaman redes y si esas redes en nada nos benefician, ¿no es tiempo de que tengamos nuestras propias redes? ¿Inventadas por nosotros con el único interés de la patria?

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